Kati Horna (Hungría, 1912-México, 2000) estuvo en España unos meses, entre 1937 y 1938. Como otros foto-reporteros centroeuropeos, había llegado aquí, tras su paso por París. Llegaba movida por el ascenso del nazismo y motivada por la lucha antifascista. Durante el tiempo que estuvo aquí, colaboró con revistas de órbita anarquista y realizó encargos para el Gobierno. Son especialmente interesantes sus fotografías del Barrio Chino. En ellas retrata la frágil vida cotidiana en una ciudad en guerra. En ese período, también pudo registrar los efectos de los duros ataques de los días 16, 17 y 18 de marzo. Os muestro aquí un par de esas fotografías. Sus desequilibradas composiciones en diagonal nos hablan de la influencia vanguardista que traían esos fotógrafos y del caos que provocaron aquellas bombas.
Los días 16, 17 y 18 de Marzo de 1938, la aviación italiana realizó un ensayo, dentro de su campaña de guerra franquiciada. Se trataba de atacar Barcelona, de manera constante durante tres días. No se había hecho nunca. La prueba se hizo con éxito. El colapso de la ciudad fue total. La constancia de los sucesivos bombardeos hacía que las alarmas no sirvieran para otra cosa que aterrorizar aun más a los ciudadanos, que no sabían si éstas avisaban de un nuevo ataque, o si anunciaban el final del peligro.
Después, se iniciaron los análisis, por parte de las diferentes autoridades implicadas, o simplemente interesadas, en esta nueva manera de hacer la guerra. A parte de la documentación generada por las dos Juntas de Defensa Pasiva, la Local, dependiente del Ayuntamiento, y la Central, dependiente de la Generalitat, se conservan dos estudios particularmente interesantes sobre esos ataques:
ARP (air raid precautions) Lessons from Barcelona. Some hints for local authorities and for the private citzens. Un informe realizado por encargo de gobierno británico, a cargo del militar Noel de Putron MacRoberts, tras su visita a la ciudad en abril de 1938. Publicado recientemente por la Fundación Carles Pi i Sunyer.
Air Raid - the Technique of Silent-Approach High-Explosive Panic, Routledge, Londres, junio 1938. Reeditado por Haskell House Publishers, en 1975. Lo pueden encontrar en la Biblioteca del Pavelló de la República.
Es posible que exista también algún estudio en los archivos italianos. No lo he buscado. Pero tenemos una buena colección de las fotografías de la Aviazione Legionaria a nuestro alcance, en el Centre d'Història Contemporània de Catalunya. Se trata de las imágenes que realizaban durante los ataques. En ellas resulta tan interesante el anverso, como el reverso.
Langdon-Davies, realiza una tabla en la que divide los tres días que duraron los ataques en tres categorías: pánico con peligro real -el tiempo en que los aviones sobrevuelan la ciudad y hay aviso de bombardeo-, Pánico sin peligro real -el período en el que ya han marchado los aviones, pero las alarmas no han avisado que ha pasado el peligro- y, suspense -el período entre las sucesivas alarmas. El análisis de las tablas que resultan de esta división y la cantidad de aviones que participan en cada ataque, le llevan a la conclusión de que unos veinte minutos -que es el tiempo total que están los aviones italianos sobre la ciudad, en grupos de tres o de cinco- son suficientes para colapsar cualquier otra actividad que no sea morirse de miedo, durante los 4300 minutos restantes.
Los días 16, 17 y 18 de Marzo de 1938, la aviación italiana realizó un ensayo, dentro de su campaña de guerra franquiciada. Se trataba de atacar Barcelona, de manera constante durante tres días. No se había hecho nunca. La prueba se hizo con éxito. El colapso de la ciudad fue total. La constancia de los sucesivos bombardeos hacía que las alarmas no sirvieran para otra cosa que aterrorizar aun más a los ciudadanos, que no sabían si éstas avisaban de un nuevo ataque, o si anunciaban el final del peligro.
Después, se iniciaron los análisis, por parte de las diferentes autoridades implicadas, o simplemente interesadas, en esta nueva manera de hacer la guerra. A parte de la documentación generada por las dos Juntas de Defensa Pasiva, la Local, dependiente del Ayuntamiento, y la Central, dependiente de la Generalitat, se conservan dos estudios particularmente interesantes sobre esos ataques:
ARP (air raid precautions) Lessons from Barcelona. Some hints for local authorities and for the private citzens. Un informe realizado por encargo de gobierno británico, a cargo del militar Noel de Putron MacRoberts, tras su visita a la ciudad en abril de 1938. Publicado recientemente por la Fundación Carles Pi i Sunyer.
Air Raid - the Technique of Silent-Approach High-Explosive Panic, Routledge, Londres, junio 1938. Reeditado por Haskell House Publishers, en 1975. Lo pueden encontrar en la Biblioteca del Pavelló de la República.
Informe de la Junta Central de Defensa Pasiva. 17 de marzo de 1938. En él se detallan las fincas afectadas por uno de los bombardeos, el que tuvo lugar entre las 13.58h y las 14.42h. Podemos ver que uno de los lugares que resultó destruido totalmente fue el teatro Novedades, en la calle Caspe, junto al paseo de Gracia -entonces Pi i Margall- y quedó parcialmente destruido el teatro Tívoli, justo enfrente. Los únicos teatros afectados durante los ataques conocidos como la bomba del Coliseum. (ANC. Fondo JCDP)
Anverso y reverso de la fotografía tomada el 30 de enero de 1938, a las 11.20h por la aviacion italiana. El humo señala la explosión de una bomba en la plaza Sant Felip Neri. A esa hora, los servicios de ayuda, estaban rescatando los cuerpos, muertos y vivos, de las víctimas de una bomba que había caído justo allí dos horas antes -no es cierto que una bomba nunca cae donde ya lo ha hecho otra-. Se trata del primer bombardeo por saturación que se realizo sobre Barcelona. (CHCC)
No hay comentarios:
Publicar un comentario