PASSEJANT CENTELLES, 14 DE NOVIEMBRE


Foto de grupo antes de iniciar la visita. En el suelo, un casco rosa que rima con ironía con el de la foto, sobre el caballo muerto. Sólo un fotógrafo pudo darse cuenta de esa especie de cacofonía. ¿Adivinan quien?

Poco que añadir por escrito a la entrada que ha dejado Paco Elvira en su blog, sobre la pasada sesión de Passejant Centelles. No se pierdan los agujeros de bala que, en poco tiempo, descubrió en la plaça de Catalunya.

En cambio, si que podemos adjjntar las fotos que nos ha enviado Silvia Menéndez. Vino con su hija Júlia, quien tenia que hacer un trabajo para el instituto. Espero que le haya servido lo que vio y escuchó durante el paseo.


Gracias por vuestra asistencia. Yo me lo pasé muy bien. Creo que vosotros también.

RECUERDEN, Próxima visita:

Sábado, 28 de noviembre.

HORA: 10.30
LUGAR: C/ Diputació-Llúria
PRECIO: 6€

DIBUIXANT CENTELLES

Unos márgenes insinuados, nos recuerdan que Lola Carda ha dibujado esto a partir de la foto de la calle Diputació.

Ante las piezas de Forats de Bala el observador tiene la oportunidad de pensar con los pies, caminando alrededor de cada pieza mientras busca su punto de vista. Pero hay quien se ha acercado a estas fotos para pensar con las manos. Son los alumnos de dibujo de la Facultad de Arquitectura de La Salle. Sus profes les han sugerido el ejercicio de dibujar las dos piezas en su entorno. Los resultados son muy interesantes y merecen devolverles el tiempo que ellos han dedicado. Me ha sido difícil hacer una selección para esta entrada. Ahí van unos cuantos. Muchas gracias a los alumnos y profes y enhorabuena por el trabajo.

Eduard Pascual se olvida de la foto y dibuja un volumen liso. Una línea de segmentos nos lleva allí saltando, como por las piedras de un río.

Loggà Toggicò prolonga el ritmo de esos segmentos por la fachada.

Eus 1040. La pieza es un sillar más de la pesada fachada.

Anna Casadevall sitúa la foto entre el cacao de unas obras y la más organizada fachada del fondo.

Me gusta la rima que compone Laura Nestar entre la caja que soporta la foto y la caja contenida en la misma. El eco de ambas rebota en la caja del ascensor, a la izquierda.

Desde el mismo lugar, Jordi Brué define un hueco entre el chaflán y la entrada del ascensor. Allí coloca su caja.

Cristina Plana tiene tan claro ese espacio, que no necesita dibujar la estructura corpórea de la foto.

Desde el punto de vista de Pere Puig, la foto está en el centro de la fachada. Elimina un pilar. Así la imagen queda acogida y enmarcada por el fondo.

GA entra en el juego de solapar el espacio representado en la foto y el que representa su dibujo.

La cosa da de si. Jose María Ane, hace lo mismo, pero proyectando la foto hacia el otro lado.

Laura Vila Busto no olvida este solapamiento, pero lo simplifica todo bastante.

Manuel Borbon lo simplifica aun más. El espacio esta sugerido por el volumen de la izquierda y el peso de la materia, por la estructura piramidal que definen los rectángulos.

Vamos a las Ramblas.

Andrés Becerra envía su dibujo como una matriosha: un scanner que contiene una libreta, que contiene un dibujo, que, a su vez, contiene la foto.

Norma Boix se fija en la escena representada en la foto y nos hace un retrato de los personajes que en ella aparecen. Joaquin Ascaso nos mira desde el centro de la foto, como en las Ramblas la miraba a ella.

Carla Pintat completa la escena con unos personajes a la derecha. Sin el recuadro que los separa, todos parecerían compartir el mismo espacio.

Almudena Badía se aleja un poco para así poder justificar el ritmo de los árboles dibujados dentro y fuera de la foto.Mireia Picornell se sitúa en un lugar más interesante como punto de vista. La flexibilidad del dibujo le permite inclinar la foto hacia el observador para apreciarlo mejor.

Laura Verdún opta por eliminar la cabina de teléfono para explicar su dibujo.

Nacho Uriz domestica la cabina de teléfonos. Así deja pasar a través lo que quiere el dibujante enseñar.

Roser Cisa se dibuja mientras dibuja. No es ninguna chorrada, así evidencia el punto de vista, el prota de todo esto.

Jonnathan Kahane desde las alturas. Mola la pequeña plantación de sombrillas de la derecha.

Toni Riberaygua, también desde las alturas, ha dibujado unos personajes que parecen haber salido de la foto.

La propuesta de Carla Pallarés es muy simple. Las terrazas, se reducen a una mesa, dos sillas y una sombrilla. La multitud, son solo dos personajes. Los edificios, una casa.

Las Ramblas dan más juego para dibujar gente. Víctor Aldana no se perdió los trileros que, diariamente, utilizan la foto como parapeto.

Sergi Tomás limita con cierta precisión la estructura entre los arboles, las casas del fondo y un personaje en primer término.

Mattia Viganoni. Una mujer que pasa con su perro no le han despistado para hacer un juego de volúmenes con rectángulos del fondo.

Dani Estorach. La perspectiva le sirve para hacer reversible la escena de la foto y nos la sitúa en su espacio.

En este dibujo de Patricia Font, la perspectiva se acentúa con las sombras a contraluz.

Una vista muy detallada de Javi Oliver.

Por contraste. Tahira nos ofrece esta vista tan simple

Si os ha parecido poco, aquí hay más.

El Centelles de Manel Serra

Retrato de Agustí Centelles (C) Manel Serra. "La foto de Centelles era de febrer 1979 voltants del dia 10, a la porta del seu estudi de la Diagonal; acabava de tencar la reixa."
El pasado sábado, día 14 de noviembre, realizamos la visita Passejant Centelles, guiados por Manel Serra.

Manel llegó cargado de libros. Los dos catálogos de las exposiciones de Centelles de 1988 y de 2006. Y las memorias de Carles Fontseré, a quien también conoció. Manel nos leyó un fragmento de ese libro. Así descubrimos, como tiempo atrás lo hizo él, que la familia de Fontseré vivía en el número 282 de la calle Diputació. Frente a la pila de caballos muertos.Desde esa misma calle, Manel nos describió la información de primera mano que disponía sobre Centelles. Lo había conocido mientras el estudiaba. Su tesina trataba sobre el fotoperiodista. Para ella, realizó una fructífera entrevista, de la que hemos aprendido varias generaciones.

Iniciada la marcha, nos mostró el escenario de otra de las conocidas fotografías de Centelles. En ella, burgueses y curas hacen cola para votar, durante las elecciones de febrero de 1936. En Claris, esquina Casp, donde se tomó la foto, ya no hay colas. Esta foto está emparejada con otra, tomada en la Barceloneta. En ella podemos ver a personas de clase obrera, haciendo la misma cola. La excursión no fue tan lejos. Llegamos hasta la Jefatura de Laietana. Desde allí Frederic Escofet dirigió el contra golpe y allí iban llegando los cañones que las fuerzas leales iban ganando a los militares insurrectos. A continuación fuimos hasta el edificio de Telefónica. Allí Centelles quiso fotografiar una situación controlada por los guardias de Asalto, pero un paco -un francotirador- le obligó a hacer las primeras fotos de la Guerra Civil. En la plaza Catalunya pudimos presenciar como las palomas comparten los mismos escenarios donde Centelles fotografió los primeros muertos de la guerra.

En la calle del Tigre, tras fotografiar un grupo de civiles atentos y nerviosos en una barricada, pudimos intuir como, el paso de una ambulancia sugirió a Centelles acercarse al Hospital Clínic, para fotografiar a las víctimas de los combates y, además, conseguir información de los sucesos en otros puntos de la ciudad.

Finalmente, en la calle Nou de la Rambla y, sobretodo, ante la foto de los hermanos Ascaso, en la Rambla Santa Mónica, pudimos descubrir, como Centelles, sin saberlo, había estado fotografiando también una revolución social.

Esta arqueología del punto de vista de Centelles, que estábamos haciendo, la había practicado Manel también, en su laboratorio, ante la ampliadora, cada vez que positivaba una de sus fotos. Así pudo explicarnos como se movía, que explicaba, lo que fumaba. Poco a poco le fue poniendo cara a un Agustí Centelles del que ahora solo nos quedan sus fotos.

Personas como Manel Serra o los hijos de fotógrafo Sergi y Octavi, lo pudieron conocer y nos han transmitido la percepción que de él tuvieron.
A nosotros, los que no lo conocimos, la única manera que nos queda de intimar con el fotógrafo es pisar donde él pisaba mientras realizaba sus fotografías. De esta forma, no le ponemos cara, sino pies, mientras paseamos con Centelles.

La próxima visita Passejant Centelles, se realizará el sábado, 14 de noviembre. La cita, como siempre, a las 10.30h, en Diputació-Llúria. Aun hay plazas disponibles. Os podéis inscribir aquí.

PASSEJANT CENTELLES, SÀBADO, 31 DE OCTUBRE DE 2009

Los asistentes posan antes de empezar la visita. Foto Centelles.

El sábado, 31 de octubre se hizo la primera de las visitas PASSEJANT CENTELLES. Así hemos llamado a los itinerarios que complementan la instalación Forats de Bala y que se programarán cada sábado, hasta el 9 de enero de 2010, coincidiendo con la exposición Agustí Centelles, el camp de Bram, 1939, que se expone durante estos días en Arts Santa Mónica.

Fue una visita doblemente inusual. Primero, porque no es habitual realizar este tipo de itinerarios a través de los escenarios de unas fotografías de gran importancia histórica y documental. Pero también porque se contó con la presencia de Sergi y Octavi Centelles, hijos del fotógrafo autor de estos documentos, y de Agustí Centelles, su nieto.

Agustí Centelles, frente al lugar donde su abuelo realizó una de sus fotografías más emblemáticas. Foto Coleción Photospain

Ante el edificio de Telefónica, donde Agustí Centelles realizó la primera fotografía de la Guerra Civil. Foto Arantxa Gorostiza.

De derecha a izquierda: Agustí Centelles, Octavi Centelles, Sergi Centelles y Ricard Martínez, ante la foto de los hermanos Ascaso antes del asalto al cuartel de Atarazanas, la última foto del itinerario. Foto Arantxa Gorostiza.

Podéis ver más fotos de esta primera visita aquí.