Geografía e Historia. De Granollers a Hipercor

Acceso a la plaza de la Porxada de Granollers desde la calle de Sant Roc, (Ramon Parera-Biblioteca de la Abadía de Montserrat, 1938/Ricard Martínez, 2009)

El 31 de mayo de 1938 era bombardeada la ciudad de Granollers. Aquel día había mercado. Era martes. Y no jueves, como se había publicado en algún otro lugar y yo recogía anteriormente en esta misma entrada. El jueves es el día ferial en la actualidad. Por eso se dice que el bombardeo afectó a las numerosas personas que allí se reunían. La verdad es que, en aquella época, había mercado todos los días laborables. Eso no cambió la tipología de los afectados por el ataque. Entre 1937 y 1939, se utilizaron en España unas estrategias hasta ese momento inéditas, pero frecuentes desde entonces en cualquier conflicto violento. Como, por ejemplo esta de matar a la gente mientras realiza la compra.

Aspecto de la plaza Porxada de Granollers, poco después del bombardeo. (Ramon Parera-Biblioteca de la Abadía de Montserrat, 1938/Ricard Martínez, 2009)

El ataque de Granollers no era el primero de este tipo. La mañana del 16 de marzo de 1937 explotaron dos bombas frente a una lechería de la Barceloneta. Murieron una o dos personas y resultaron heridos varios clientes más.

Un mes mas tarde, era bombardeada toda una ciudad en su día de mercado, Gernika.

Este tipo de violencia ha proliferado desde entonces. Hace unos días, el seis de este mes de mayo un coche bomba ha destruido un mercado de Bagdad. Por cierto que, en 2003, las bombas que caían en los mercados de esa misma ciudad no viajaban en coche sino en misil.

Unos años atrás, en 1994, estallaba una bomba en el mercado de Markale, en Sarajevo. Había llegado en un obús lanzado desde las montañas que rodean la ciudad.

En Barcelona, la ultima agresión de ese tipo fue en 1987. Poco antes de San Juan estallaba una bomba en el parking de Hipercor, en la Meridiana.

Entrada del estacionamiento de Hipercor en la calle Dublin(Domènec Umbert, 1987/Ricard Martínez, 2009)

Acceso a Hipercor por la plaza de la Tolerancia (Domènec Umbert, 1987/Ricard Martínez, 2009)

Quiero agradecer las explicaciones de Cinta Cantarell, que me han permitido realizar las rectificaciones de este artículo.

Detalles. Reparto de Víveres

Reparto de Víveres. Albert Louis Deschamps (CDMH)
ES.37274.CDMH/1.40.3//FOTOGRAFIAS-DESCHAMPS,FOTO.28.

Volvemos a Figueres con la penúltima entrega de la instalación Patrimoni. Esta vez, nos vamos a pasear por la fotografía tomada frente al actual Museu de l’Empordà, en la parte baja de la Rambla. En ella, un grupo de personas hacen cola a la entrada de un local. En lo que queda del toldo podemos leer “Gran Café de...” Frente a la entrada, un camión estacionado cargado con sacos.

El toldo del café está hecho jirones. Al lado, a través de una ventana, se adivina el interior agitado de una vivienda. Son rastros del arrebato que acompañó la salida de la ciudad de un Estado en desbandada y del desamparo con el que la misma ciudad recibió al nuevo Estado conquistador. Estos indicios arman a la fotografía con la fuerza necesaria para actuar como una metáfora, casi una alegoría, del estado con el que los ciudadanos habían afrontado los dramáticos hechos que, en aquel momento, ya habían padecido, así como los brutales cambios que les esperaban.

Falta un trozo del letrero del lateral del camión. Debería decir “Auxilio a Poblaciones Liberadas” y, junto a la bandera del nuevo Estado y la de Falange -el partido único-, debería figurar el yugo y las flechas, símbolo de ese partido.

En la puerta del camión, otro letrero intenta aclarar que el auxilio no sólo lo envía el partido, sino también el Estado, a través del Ministerio de Gobernación. Se trata de una confusión entre partido y Estado muy propia de la mayoría de gobernantes con bigote.

Un paisano con gorra y pipa, de las de fumar, descarga el camión.

Tras la cabina del camión, un cartel. Debe hacer alusión al Auxilio Social, pero no he conseguido localizarlo.

El cartel se refleja en la puerta interior del café. Pero nadie se fija. Todos están pendientes del camión.

Bien, casi todos. Una madre y su hija miran al fotógrafo y, a través de él, nos miran a nosotros.

Últimamente, cada vez más, vemos imágenes como esta fotografía por la que nos hemos paseado. Ahora son más próximas. Como las miradas de estas dos mujeres.

Supongo que el interés que tenemos por las fotografías como las que he utilizado en Runa y Patrimoni, no sólo se debe a que tratan unos hechos tan importantes, como no resueltos. Creo que hay un vínculo mucho más profundo entre las épocas retratadas en estas fotos y la época desde la que las observamos. Es el miedo. Un miedo íntimo a protagonizar imágenes parecidas.

Layetana esquina Durruti

Barcelona, 29 de mayo de 1937. Los ciudadanos observan los efectos del bombardeo de la noche anterior. Carlos Pérez de Rozas (Arxiu Fotogràfic de Barcelona)

Casi ni me acordaba que, la idea al abrir este blog, era mostrar las propuestas que no habíamos llegado a montar en el proyecto Runa. Aun quedan algunas. El itinerario se iniciaba en la montaña, en los antiaéreos del Carmel, desde donde se intentaba defender la ciudad de los ataques, y hay que llegar hasta el mar, por donde llegaba el peligro.


La imagen de hoy corresponde al primer bombardeo aéreo nocturno sobre la ciudad. Los efectos del ataque se extendían desde la Barceloneta hasta el Ensanche y desde Hostafrancs hasta la Mina -de hecho las bombas habían alcanzado casas en Sant Adrià y Santa Coloma. Una agresión importante que había causado 64 muertos y, entre 88 y 157 heridos, según las fuentes.


Acerquémonos un poco.

La gente también se había aproximado para ver el resultado de los ataques. Pérez de Rozas fotografió la multitud y el lugar desde el que había tomado la primera imagen. (AFB)

Un fotógrafo menos madrugador fotografió el mismo lugar por la tarde. Hay más gente y se ha colocado un perímetro de seguridad. Generalitat de Catalunya-Comissariat de Propaganda (ANC)

Los efectos del bombardeo del 29 de mayo de 1937 en la fincas de la Vía Layetana, 57. 59 y 61. Carlos Pérez de Rozas (AFB)

El juez que hacía la instrucción del sumario dejó escrito esto:


Seis personas y un coche frente a la finca de Layetana, 59 afectada por el bombardeo del 29 de mayo de 1937. Carlos Pérez de Rozas (AFB)Placa que da el nombre de Via Durruti a la Via Layetana. Barcelona, 1 de julio de 1937, Carlos Pérez de Rozas (AFB)


La Vía Layetana recibió el nombre de Vía Durruti tras la muerte del líder anarquista. La nueva denominación perduró, hasta la entrada de los franquistas, cuando recuperó su antiguo nombre. Fue en la confluencia de ambas calles, la actual Layetana y la Vía Durruti de aquellos días, dónde obtuve las dos fotografías que os he mostrado.