Los Guardias de Asalto de la foto de Centelles apuntan sus fusiles parapetados tras una pila de caballos muertos en la esquina de Diputació con Llúria. En la foto en blanco y negro, el sol se cuela a través las hojas de unos árboles que ya no existen y motea con su luz la escena. En la actualidad, esa función la suplen los cristales del edificio del chaflán opuesto. Unos conos montan guardia con solemnidad provisional.
(Agustí Centelles/Arxiu Centelles-Ricard Martínez)
(Agustí Centelles/Arxiu Centelles-Ricard Martínez)
Esta fotografía está obtenida en la esquina de la calle Diputació con Roger de Llúria, el 19 de julio de 1936. Así lo indicó Centelles, tanto en el papel vegetal de las fundas donde se conservan los negativos, como en los contactos que realizó en los años setenta. Realizó veinte fotos en esa calle. Después de la Plaza Catalunya, es el escenario donde tomó más ese día. La imágenes inmediatamente anteriores están ubicadas en la entrada de urgencias del Hospital Clínic. Ese lugar es hoy un acceso cerrado, en la calle Casanova. Posiblemente ahí obtuvo información, por los propios heridos, del combate que había tenido lugar en la calle Diputació. Allí se dirigió. Llegó por Pau Claris y se encontró con una multitud de milicianos debutantes, que aun celebran su victoria subidos a los cañones capturados al enemigo.
Se había librado un combate decisivo. Tropas leales, compuestas por agentes de seguridad y paisanos, habían detenido el avance de una agrupación de 70 hombres, del regimiento de Artillería Ligera núm. 7, procedente del cuartel de San Andrés. Tenían por misión enlazar con las tropas de infantería que ocupaban desde la madrugada la pl. Catalunya y, desde allí, descender por el Portal de l’Angel y Laietana, para ocupar los edificios de la Generalitat, en la plaza de Sant Jaume, y la Comissaría General d’Ordre Públic - la actual Jefatura de Policía -. Sobre las 11h de la mañana fueron sorprendidos por un pequeño grupo de guardias y civiles a la altura de la calle Bruch. Al oír los disparos, acudieron compañías de Guardias de Asalto desde la Comissaria de Laietana y desde la pl. Catalunya. Los militares lograron avanzar hasta Pau Clarís. Allí consiguieron montar una de las piezas para cañonear la Comissaria. No está claro si efectuaron esos disparos o no. Fueron cercados entre Llúria y Clarís y hostigados desde las azoteas de algunos edificios. El combate duró dos horas y se produjeron numerosas víctimas, entre ellas, los mandos de Artillería. Algo más tarde de la una, los guardias de seguridad y milicianos tomaron al asalto las posiciones rebeldes. Se hicieron con los cañones y numerosos prisioneros.
Se había librado un combate decisivo. Tropas leales, compuestas por agentes de seguridad y paisanos, habían detenido el avance de una agrupación de 70 hombres, del regimiento de Artillería Ligera núm. 7, procedente del cuartel de San Andrés. Tenían por misión enlazar con las tropas de infantería que ocupaban desde la madrugada la pl. Catalunya y, desde allí, descender por el Portal de l’Angel y Laietana, para ocupar los edificios de la Generalitat, en la plaza de Sant Jaume, y la Comissaría General d’Ordre Públic - la actual Jefatura de Policía -. Sobre las 11h de la mañana fueron sorprendidos por un pequeño grupo de guardias y civiles a la altura de la calle Bruch. Al oír los disparos, acudieron compañías de Guardias de Asalto desde la Comissaria de Laietana y desde la pl. Catalunya. Los militares lograron avanzar hasta Pau Clarís. Allí consiguieron montar una de las piezas para cañonear la Comissaria. No está claro si efectuaron esos disparos o no. Fueron cercados entre Llúria y Clarís y hostigados desde las azoteas de algunos edificios. El combate duró dos horas y se produjeron numerosas víctimas, entre ellas, los mandos de Artillería. Algo más tarde de la una, los guardias de seguridad y milicianos tomaron al asalto las posiciones rebeldes. Se hicieron con los cañones y numerosos prisioneros.
Los caballos han formado un remolino al caer. Quizás forzados por los arneses y empujados por el primero de ellos en morir. Centelles los había fotografiado con insistencia desde el momento en que llegó. Observando esas fotos, vemos como, con cada click, extraía materia hasta dejar al descubierto este grupo escultórico.
(Agustí Centelles/Arxiu Centelles-Ricard Martínez)
(Agustí Centelles/Arxiu Centelles-Ricard Martínez)
En un momento dado vemos, por la sucesión de esos negativos, que llega un camión con guardias civiles. No hacía mucho, su mando en Barcelona, el general Aramburu, había decidido participar activamente en los combates al lado del gobierno. Parece que esos agentes desalojan la calle. Desde cerca de la esquina con Llúria, donde se para el camión, se despliegan por Diputació, pegados a los edificios, en dirección a Clarís. Centelles los precede mientras dispara su cámara caminado de espaldas. Antes de eso, ha vuelto a fotografiar los caballos. En mitad del cruce de Clarís con Diputació hace una última foto de los guardias civiles, que ahora avanzan por el centro de la calzada hacia abajo. Supongo que van en dirección a la Comisaría General de Orden Público. Ahí los deja. Vuelve en seguida al otro extremo de la calle, donde siguen los caballos. Allí toma tres fotos: la primera, la más conocida, de los guardias de asalto parapetados tras los caballos. A continuación una del grupo de caballos muertos sin nadie alrededor y, finalmente, otra con uno de esos mismos guardias de asalto disparando desde la esquina. Son las 14.40h. Con ésta foto ha acabado el carrete y se va a otro lado. Seguramente a la Comissaria General, tras los cañones y su séquito.
Uno de los Guardias de Asalto posa por segunda vez para Centelles. Si vais por esta esquina, pasad los dedos por la arista de la pared, por encima de vuestra cabeza y la del funcionario. Podréis descubrir así el parche que tapa la muesca que ha dejado una bala.
(Agustí Centelles/Arxiu Centelles-Ricard Martínez)
Agradecemos la colaboración del Arxiu Centelles, que se ha involucrado en en el proyecto y nos ha permitido utilizar las imágenes de Agustí Centelles para realizar este estudio.
Por lo menos a este le quedaban cerca las vendas . Muy chula la foto
ResponderEliminarMi prima me dijo que el que está en la esquina de la farmacia era mi abuelo Angel
ResponderEliminarYo trabajo en diputación con lluria!!! Conocia la fotografía pero desconocia el lugar exacto donde se realizo. Es increible descubrir que los lugares cotidianos por donde pasamos todos los dias esconden tanta historia!
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