Hoy contamos con una colaboración de lujo. El periodista Guillem Martínez nos hace el siguiente cameo.
La familia Martínez en Brasil, sin fecha. (archivo familiar Martínez)
LOS MARTÍNEZ
Foto tomada a principios del siglo XX en un campamento de inmigrantes en algún punto del Estado de Sao Paolo. Aparecen los Martínez, recién evadidos de una plantación en Bahía, en la que trabajaban en régimen esclavista, durmiendo en barracones custodiados de noche por perros y vigilantes armados. Llegaron hace un par de años a Brasil, en un barco procedente de Estambul –con escala en Málaga, donde embarcaron-, con dos camarotes: una bodega para los hombres y otra para las mujeres y los niños. Ahora son felices y tienen el suficiente dinero como para pagarse un retrato. Para este retrato –y para, se supone, otros retratos que ese mismo día ha realizado el fotógrafo itinerante a otros grupos en ese mismo campamento-, los habitantes del poblado se prestan ropa y complementos. De manera que se puede ver a todo el mundo bien vestido. E, incluso, con algún reloj de bolsillo. En realidad vestían como Amador –el segundo por la derecha-: pantalones y torso desnudo. Amador, en fin, apareció por ahí en el último momento. Se le dio un cachete y una americana –no hubo tiempo para más-. Mi abuelo –el mayor, el primero por la derecha-, viajaría en breve a Argentina y a Cuba, donde se establecerá. Su hermano Pepe –a su lado-, acabará estableciéndose en New York. Compró un pasaporte falso y pasó de apedillarse Martínez a apedillarse López. El bebé que hay en el centro de la foto –Federico, el primer Martínez nacido en América-, moriría en breve. Al volver de su entierro, los Martínez oyeron un sonido extraño en el cielo. Levantaron sus ojos y vieron a Santos Dumont volando en uno de sus cacharros. Una de las dos niñas –Narcisa-, enviudará dentro de unos años. Sus hijos serán los primeros en la familia que, tras un trance así, no serán separados. Los Martínez, desde diversas partes del mundo, aportarán dinero para su alimentación y educación, en lo que es una suerte de seguridad social espontánea.
En la mano, una fotografía de Xavier Miserachs tomada en 1962. (Ricard Martínez, 2011)
LOS MARTÍNEZ, TAMBIÉN
Foto realizada por Xavier Miserachs en el Passeig de Sant Joan de Barcelona a mediados del siglo XX, en la que se ve a una familia anónima recién emigrada a la ciudad. Acaban de evadirse de una plantación. O acaban de llegar a ella. Visten lo mejor que pueden. Se prestan cosas. En breve verán de cerca máquinas voladoras, realizarán más viajes imprevistos, posiblemente por el gusto de hacerlos. Algunos se cambiarán el nombre. Tendrán hijos, algunos morirán antes de tiempo. Otros, no. Se les alimentará y se les dará educación. Se ayudarán. Fabricarán una suerte de seguridad social espontánea entre ellos.
Guillem Martínez