La muestra se basa en el registro fotográfico dejado en la ciudad por personas emigrantes y refugiadas. Unas han llegado aquí impulsadas por su propia volutad, y el deseo de una vida mejor. Otras, en cambio, han sido expulsadas por decisión de otras personas.
La obra se compone de recuerdos, aún de paso, dejados por esas personas consideradas forasteras. En algunos casos, esas imágenes sirvieron para acuñar el icono del refugiado o del emigrante, en el contexto específico de la Barcelona de la Guerra Civil española y de la postguerra. Aunque también se nutre de fotografías familiares, que guardan el aroma de epopeyas vernáculas, conservadas en cajas de cartón.
Para la realización de la obra se ha empleado una metodología específica: la Refotografia. Un género meticuloso que consiste en volver a fotografíar desde el mismo lugar una escena previamente registrada. Ello permite fijar el recuerdo de unas fotografias deplazadas en el tiempo, pero arraigadas provisionalmente al lugar que un dia pisaron.
LAS FOTOGRAFÍAS TIENEN RAÍCES
La instalación está ubicada en un lugar relevante para el discurso de esta obra: el edificio hisrtórico de la Universidad de Barcelona. Esta institucion educativa representa los anhelos de las personas que acuden a ella a prepararse para el futuro profesional por el que han decidio apostar. Aunque, por otro lado, la misma institución se encuentra sumida en un proceso de desmantelamiento -como una buena parte del Estado de la que forma parte- que cuestiona el futuro y las decisiones de los usuarios de este paisaje europeo en recesión.
La obra se compone de una serie de 12 refotografías de gran formato. 11 de ellas están emplazadas alternativamente entre los arcos del claustro de letras de la Universidad de Barcelona. La última pieza fotogràfica está emplazada en los jardines del mismo edificio, junto al mismo árbol donde se realizó, en los años 70 del siglo pasado. De esta forma se escenifica el arraigo del discurso de la instalación en el edificio que la alberga. Dicha imagen es un recuerdo familiar de una familia de inmigrantes que, en una primera generación vinieron a trabajar en este mismo edificio. La segunda generación estudió en el mismo lugar dontre trabajo la generación precedente. De esta forma, no solo las imágenes, sino también el contenido de la instalación fotográfica impregna la institución que la acoge.
Las fotografías se piensan mejor con lápiz. Imagen tomada durante la preparación de la instalación en los jardines de la Universidad. Foto Ricard Martínez. |
UNA INSTALACIÓN PARTICIPATIVA
Esta ultima pieza pretende ser participativa, pues la fotografía expuesta invita al observador a fotografiarse en el mismo lugar y compartir el resultado en las redes sociales con el hastag :
#Docfield16familytree
De esta forma Recuerdos Desplazados tendrá una seguna vida, más allá del momento y el lugar en el que permanece expuesta.
Una refotografía a tamaño natural. Foto Ricard Martínez. |
Recuerdos Desplazados es un encargo del Festival de Fotografía Documental DOCField16, organizado por el equipo de Photographic Social Vision, con la dirección artística de Natasha Christia. Ha sido producida por EGM Laboratoris Color, y realizada por Ricard Martínez.
Permanecerá expuesta en el claustro de letras y en los jardines del edificio histórico de la Universidasd de Barcelona entre el 19 de mayo y el 19 de julio de 2016.
El equipo de montadores de EGM posa junto al mismo árbol de la fotografía, una vez finalizado el trabajo. Foto Ricard Martínez. |