Cinc d'Oros. Escaquearse de recordar.

 Inauguración del monumento a Pi i Margall, 14 de abril de 1936. (Carlos Pérez de Rozas-AFB) Manifestacion por la amnisitía y el estatut, febrero de 1976. (Archivo Manel Armengol). Bajo todo ello, un par de fotos tomadas durante la mani por el estatut, el 10 de junio de 2010 (Ricard Martínez)

Había pensado publicar esta imagen con motivo del aniversario de las manifestaciones de febrero de 1976. Unas fechas en las que parecía que el Estado hubiera podido tomar muchas formas, algunas terribles. Pero me he encontrado con que ese mismo Estado ha decidido llenar de sentido este aniversario retirando el último repinte plenamente franquista que tenía el monumento al presidente Pi i Margall (aunque conviene mencionar que en el obelisco aun quedan otros retoques)

Muchos de los vestigios franquistas que se han ido retirando hasta ahora, llevaban mas tiempo entre nosotros en periodo democrático que en el periodo dictatorial que los erigió. Por ello debemos suponer que nos resulta mucho más fácil retirarlos, que tenernos que explicar por que hemos tardado tanto en decidirnos.

Parece que el Estado destruye los restos de su etapa franquista, como Cortés hundía sus naves. A diferencia del Marqués del Valle, no creo que lo hagamos para evitar volver a utilizarlas, sino para no tener que pensar en las injusticias que hemos padecido y/o hemos realizado para llegar hasta aquí.

4 comentarios:

  1. ... y sin entrar en divagaciones políticas, digamos que este monumento ahora es menos monumento, por aquello de su etimología latina ... ;-)

    ResponderEliminar
  2. Además, Pedro, ya tienes otro monumento emigrante.

    ResponderEliminar
  3. Entre éste y las cuatro columnas se acumula la faena!
    Por cierto que no lo he dicho antes, me gusta como se sobreponen las capas de historia en apenas cuatro metros... una maravilla la mani porque ponerse a refotografiar ahí, uno se juega el pellejo!

    ResponderEliminar
  4. Aquello era refotografía a mano alzada. Y no lo digo solo por la escultura, sino por que de tripode, ni hablar, claro.

    ResponderEliminar