Unos márgenes insinuados, nos recuerdan que Lola Carda ha dibujado esto a partir de la foto de la calle Diputació.
Ante las piezas de Forats de Bala el observador tiene la oportunidad de pensar con los pies, caminando alrededor de cada pieza mientras busca su punto de vista. Pero hay quien se ha acercado a estas fotos para pensar con las manos. Son los alumnos de dibujo de la Facultad de Arquitectura de La Salle. Sus profes les han sugerido el ejercicio de dibujar las dos piezas en su entorno. Los resultados son muy interesantes y merecen devolverles el tiempo que ellos han dedicado. Me ha sido difícil hacer una selección para esta entrada. Ahí van unos cuantos. Muchas gracias a los alumnos y profes y enhorabuena por el trabajo.
Eduard Pascual se olvida de la foto y dibuja un volumen liso. Una línea de segmentos nos lleva allí saltando, como por las piedras de un río.
Loggà Toggicò prolonga el ritmo de esos segmentos por la fachada.
Eus 1040. La pieza es un sillar más de la pesada fachada.
Anna Casadevall sitúa la foto entre el cacao de unas obras y la más organizada fachada del fondo.
Me gusta la rima que compone Laura
Nestar entre la caja que soporta la foto y la caja contenida en la
misma. El eco de ambas rebota en la caja del ascensor, a la izquierda.
Desde el mismo lugar,
Jordi Brué define un hueco entre el chaflán y la entrada del ascensor. Allí coloca su caja.
Cristina Plana tiene tan claro ese espacio, que no necesita dibujar la estructura corpórea de la foto.
Desde el punto de vista de
Pere Puig, la foto está en el centro de la fachada. Elimina un pilar. Así la imagen queda acogida y enmarcada por el fondo.
GA entra en el juego de solapar el espacio
representado en la foto y el que representa su dibujo.
La cosa da de si.
Jose María
Ane, hace lo mismo, pero proyectando la foto hacia el otro lado.
Laura
Vila Busto no olvida este solapamiento, pero lo simplifica todo bastante.
Manuel
Borbon lo simplifica aun más. El espacio esta sugerido por el
volumen de la izquierda y el peso de la materia, por la estructura piramidal que definen los rectángulos.
Vamos a las Ramblas.
Andrés Becerra envía su dibujo como una
matriosha: un
scanner que contiene una libreta, que contiene un dibujo, que, a su vez, contiene la foto.
Norma
Boix se fija en la escena
representada en la foto y nos hace un retrato de los personajes que en ella aparecen.
Joaquin Ascaso nos mira desde el centro de la foto, como en las Ramblas la miraba a ella.
Carla
Pintat completa la escena con unos personajes a la derecha. Sin el recuadro que los separa, todos parecerían compartir el mismo espacio.
Almudena Badía se aleja un poco para así poder justificar el ritmo de los árboles dibujados dentro y fuera de la foto.
Mireia Picornell se sitúa en un lugar más interesante como punto de vista. La
flexibilidad del dibujo le permite inclinar la foto hacia el observador para apreciarlo mejor.
Laura
Verdún opta por eliminar la cabina de teléfono para explicar su dibujo.
Nacho
Uriz domestica la cabina de teléfonos. Así deja pasar a través lo que quiere el dibujante enseñar.
Roser Cisa se dibuja mientras dibuja. No es ninguna chorrada, así evidencia el punto de vista, el
prota de todo esto.
Jonnathan Kahane desde las alturas. Mola la pequeña plantación de sombrillas de la derecha.
Toni Riberaygua, también desde las alturas, ha dibujado
unos personajes que parecen haber salido de la foto.
La propuesta de Carla
Pallarés es muy simple. Las terrazas, se reducen a una mesa, dos sillas y una sombrilla. La multitud, son solo dos personajes. Los edificios, una casa.
Las Ramblas dan más juego para dibujar gente. Víctor
Aldana no se perdió los
trileros que, diariamente, utilizan la foto como parapeto.
Sergi Tomás limita con cierta precisión la estructura entre los arboles, las casas del fondo y un personaje en primer término.
Mattia Viganoni. Una mujer que pasa con su perro no le han despistado para hacer un juego de volúmenes con rectángulos del fondo.
Dani Estorach. La perspectiva le sirve para hacer reversible la escena de la foto y nos la sitúa en su espacio.
En este dibujo de Patricia
Font, la perspectiva se acentúa con las sombras a contraluz.
Una vista muy detallada de Javi Oliver.
Por contraste. Tahira nos ofrece esta vista tan simple