Impagable documento señor mío. Da que pensar. Ese ampuloso lenguaje y ese estilo tan depurado, idéntico al de los tuttólogos italianos que pueblan a cientos hoy día la Ciudad Condal, que nos retrotrae a discursos en termas y palacios, coliseos y templos, no muy distinto a la versión hispánica que pudimos sufrir en los famosos NODO o discursos de fin de año del general Generalísmo y compañía.
Impagable documento señor mío. Da que pensar. Ese ampuloso lenguaje y ese estilo tan depurado, idéntico al de los tuttólogos italianos que pueblan a cientos hoy día la Ciudad Condal, que nos retrotrae a discursos en termas y palacios, coliseos y templos, no muy distinto a la versión hispánica que pudimos sufrir en los famosos NODO o discursos de fin de año del general Generalísmo y compañía.
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